La caravana de migrantes descansó el martes en Huixtla, el miércoles buscará llegar a Villa Comaltitlán
Ramón García
La caravana por “La justicia, la dignidad y la libertad”, se mantuvo este martes en la cabecera municipal de Huixtla, decidió no partir, toda vez que se van a reorganizar, descansar del trayecto recorrido y recuperar fuerzas, la gran mayoría de los extranjeros decidió acudir al caudaloso río Huixtla ubicado a unos 200 metros de la iglesia de San Francisco de Asís donde están alojados, a bañarse, lavar su ropa y divertirse.
De acuerdo a uno de los dirigentes de la caravana, Luis Rey García Villagrán, director de la agrupación Centro de Dignificación Humana, “el contingente está cansado, hay enfermos y vamos a retomar fuerzas para organizarnos, toda vez que se considera que vienen situaciones difíciles, incluso hay temor porque pudieran tener algún enfrentamiento con la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración cuya estrategia será agarrar a los migrantes para disuadirla”.
Desde la mañana del sábado cuando partieron de Tapachula, la caravana ha avanzado 41 kilómetros sobre la carretera costera hasta llegar a Huixtla, el próximo trayecto estimado será el miércoles en el que podrían tratar de llegar al municipio de Villa Comaltitlán ubicado a 58 kilómetros, es decir avanzar 17 kilómetros.
Conforme avanza la caravana se registran sumas de personas migrantes que se encontraban en los municipios donde van pasando o son alcanzados por pequeños grupos que se agregan, por lo que de los mil 800 que se calculan iniciaron el recorrido, hoy son más de dos mil 500 personas, aunque mantienen un paso lento porque en el contingente hay mas de mil niños, casi un centenar de mujeres embarazadas y adultos mayores, pero buscan que nadie se rezague.
En Huixtla, los migrantes, la tarde del lunes tras la caminata que realizaron, sufrieron el embate de una corta pero fuerte lluvia y se alojaron inicialmente en el domo del Barrio Guadalupe, donde habilitaron además algunas carpas y se les proporcionó por parte de autoridades locales, la iglesia y particulares, los alimentos, algunos permanecieron en ese lugar y otros más se mudaron a la Iglesia de San Francisco de Asís.
Los cuerpos de auxilio y organizaciones con atención de la salud, se encargaron este martes de atender a algunos de los miembros de la caravana que presentan laceraciones en los pies, algún tipo de resfriado y gripe, así como dolor muscular y les proporcionaron además pomadas y pastillas para superar las dolencias.