Reubican del centro de la ciudad al Mercado Laureles a haitianos dedicados al comercio ambulante  

Ramón García /CP 

Migrantes haitianos, unos 400, que desde hace algunos meses se dedican al comercio ambulante y que habían ocupado espacios en banquetas y arroyo vehicular de la 10a norte entre 1a y 5a poniente en las inmediaciones del Mercado Sebastián Escobar en el centro de la ciudad, fueron reubicados en la la explanada del mercado Laureles al sur oriente de la ciudad. 

Tras diálogo con los vendedores e incluso algunos de los líderes de organizaciones que ya cobran cuota a los extranjeros por cederles los espacios que ellos reclaman y por los que cobran a sus agremiados, con la presencia de policías municipales, se llevó a cabo un desalojo consensado con los comerciantes de tenis, ropa, servicios que brindaban como improvisadas peluquerías y salones de belleza. 

El titular de la Secretaría de Servicios Públicos, Arturo Rojas Cárdenas, afirmó que con apoyo de la policía municipal se logró retirar la vendimia informal que mantenían desde hace meses los migrantes haitianos, habían denuncias de la población, de automovilistas y de los propios comerciantes establecidos y ambulantes porque estos causaban molestias. 

Dijo que conscientes de la situación por la que atraviesan los extranjeros durante su estadía en la ciudad, han decidido reubicarlos a un lugar más seguro y adecuado en donde ellos puedan continuar con su actividad comercial. 

Señaló que a partir de este martes los migrantes haitianos podrán instalarse en la explanada del mercado Laureles, en donde se les brindarán los espacios adecuados sin cobrarles ni un peso, ya que de manera anticipada fueron notificados de las acciones de reubicación. 

Dejó en claro que ya no se permitirá que se vuelvan a instalar en esta zona, ya que habían propiciado graves afectaciones al comercio establecido y generando un foco de riesgo ante la pandemia del Covid-19. 

Indicó que las acciones de desalojo causaron molestias entre algunos líderes del comercio informal, quienes se habían aprovechado de la situación y estaban rentando espacios en la vía pública a los migrantes en más de 2 mil 500 pesos mensuales. 

Mencionó que la mayoría que estaban instalados en esta zona se dedicaban a la venta de comida, bebidas, venta de zapatos, peinados, corte de cabello, de productos de higiene personal, manicure y pedicure, cuya actividad comercial lo hacían con sus mismos connacionales.