Columna Sur
Héctor Narváez
Partido del Trabajo
Ha cumplido en sacar adelante a los más necesitados. Por lo menos de 10 personajes que se encuentran enquistados en el Comité Estatal de Chiapas.
Y son los que siempre se pasan el cargo. No dejan que nadie más entre, a pesar de decirse democráticos.
El Partido del Trabajo. Que bien podría ser el Partido de “los caciques” de la política en este estado del sureste mexicano.
Los “tres tristes tigres”
Desde que inicié en el periodismo, hace más de 20 años, sé de Amadeo Espinosa, quien ahora es considerado el dueño del PT en Chiapas. Y hasta la fecha, él y su banda no sueltan el hueso.
Por eso es que vemos las mismas caras en cada simulación de renovación: Amadeo le entrega a Héctor Hugo Roblero. Pasan tres años y Hugo le regresa el cargo a Amadeo Espinosa, y tres años después, Amadeo le deja la estafeta a Abundio Peregrino y otros tres años más tarde se la devuelve a Amadeo Espinosa.
Y así: de Hugo a Peregrino, de Peregrino a Amadeo y de Amadeo a Hugo. No hay más.
Pero, también se reparten las candidaturas y apartan los mejores puestos.
Por ejemplo, Héctor Hugo Roblero ya fue Diputado Federal en el 2012, dos veces Diputado Local, la primera vez en 1988 y la segunda en 2004, Coordinador de Finanzas del PT en Chiapas, Coordinador de los CENDIS, candidato a alcalde de Tuxtla Gutiérrez en el 2010 y después regidor plurinominal y –por último–, representante propietario en el 2015 del Poder Legislativo Federal ante el Consejo General del IFE por el PT.
Lo mismo que Abundio Peregrino: legislador federal en 2006, Diputado Local en 2003, tres veces líder estatal y representante del Poder Legislativo ante el Consejo General del IFE en 2006.
Y Francisco Amadeo Espinosa, quien ya fue Diputado Federal en 2003, 2009 y ahora en este 2021, Diputado Local en 2001, candidato a Senador de la alianza por Chiapas en el 2000 y cuando se le ha antoja, se asume como dirigente estatal.
Solo lo que le ha faltado a este trío es ser portero, velador y afanador. Porque nada han dejado a los demás.
Encima de esto, tienen secuestrado al Comité Estatal del Partido del Trabajo en Chiapas por espacio de 20 años.
Son como los tres tristes tigres. Tristemente saltan en cada proceso electoral para comerse el pastel. Eso, para nada ayuda a un instituto político que se ufana de ser de izquierda y que comulga con los ideales de “la 4T”.
Necesaria, una limpia
Y no de las que se hacen en “Catemaco”, sino de las purgas políticas.
Estos personajes, aparte de que se han quedado con los mejores espacios, han logrado también jugosas ganancias.
Claro, que no son los únicos, porque también son visibles otros y que ya son parte de estos “intocables” del PT en Chiapas.
A esta cueva de ladrones, se han sumado recientemente Carlos Mario, el que hasta el momento sigue siendo el líder estatal “a modo” y quien alcanzó una Diputación Local plurinominal y será el coordinador de la bancada.
O el caso de Sonia Catalina, quien también ya ha sido dirigente en el estado –igual, de membrete– en el 2006, Diputada Local y coordinadora del grupo parlamentario en el pasado y será otra vez Diputada Local en este 2021, actualmente miembro del Comité Estatal y su hija Elvira Catalina Aguiar Álvarez fue candidata a la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez en estas elecciones.
Si estos no conforman una banda, no sabría cómo llamarlos.
Por esto y más, es que existe una inconformidad de los pocos militantes con los que cuenta el PT en el estado y quienes, justamente, piden un cambio.
Porque ya es suficiente el tiempo que han estado al frente de este partido y todos los beneficios que han obtenido, que es la hora de que le den paso a otra generación.
Aunque está difícil que suceda eso, porque han vuelto a este instituto político su agencia de colocación, que ni en los tiempos del PRI se daba algo así.
Es casi seguro que seguirán en las mismas: mantendrán al que les convenga como líder estatal, mientras Amadeo Espinosa continuará dando las órdenes y los demás buscarán lograr acuerdos y negociaciones para ellos y sus familiares.
Lo malo es que se acerca el 2024 y el PT en Chiapas no llegará con lo mejor, por el contrario, se presentará con lo peor.
Es más, los que mantienen el secuestro de la dirigencia estatal como se dedicaron tanto a saciar sus ambiciones que descuidaron la conformación de los cuadros y no les quedará que irse a “la pepena” de aspirantes de otros partidos para el proceso electoral dentro de tres años.
Ni hablar de que pondrán condiciones para la gubernatura. Porque, así como se encuentran, no tienen nada para “ponerse al brinco”. Y resultará al revés: un favor les va a hacer Morena, el Verde u otro, si los aceptan como aliados.
Necesaria, una limpia. Al PT en Chiapas le urge sacudirse de esta bola de corruptos, que nada tienen que ver con los nuevos tiempos de la política en México.
Moraleja: Cría cuervos… ¡Y te sacarán los ojos!
Al margen: ¿Algo pasó?
Inusual que se celebre la consumación de la Independencia de México, más en este Gobierno Federal.
Sobre todo, que se diera en medio de esta conmemoración un mensaje del Presidente de EU, Joe Biden. ¿Algo pasó? ¿Habrá molestado la visita del mandatario cubano en pleno 16 de septiembre?
Por último: ¡El ataque!
Gibrán dijo que Morena es el partido más autoritario del país. El mensaje es claro y va dirigido a Mario Delgado.
Tal y como se los dije: el ex Senador del PRD no encaja en los planes de Palacio Nacional para el 2024, por lo cual, empezaron a moverle el tapete. El ataque, que también es para “los infiltrados”.
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