Acá entre nos
Alejandro Moguel
AMLO batea de nuevo a Monreal
El senador de Morena, Ricardo Monreal Ávila había adelantado, desde antes de las elecciones intermedias del seis de junio pasado, que estaba elaborando una iniciativa de ley de reforma constitucional, para actualizar el marco normativo de la integración y funcionamiento de los dos órganos electorales más importantes a nivel nacional y sus similares en las entidades federativas.
Pero también había expresado su oposición a que desaparezcan los demás organismos autónomos existentes, como lo había planteado el presidente, Andrés Manuel López Obrador. El zacatecano, ex priista y ex perredista lo había repetido cuantas veces lo consideró necesario en distintas entrevistas radiofónicas o televisivas.
Y lo cumplió. Elaboró la propuesta, se la debió presentar al titular del Ejecutivo Federal y éste se la debió rechazar. De manera tal, que el propio Monreal filtró el documento a los medios de comunicación en cuyas portadas apareció su contenido este jueves.
Ya enterado desde las primeras horas del día mencionado, cuando se toma una taza de café, antes de encabezar las reuniones de seguridad y antes también de salir a sus conferencias mañaneras, el presidente decidió batear públicamente el proyecto del senador y lanzó una idea propia, cual debe ser, para imprimir su sello personalísimo que ya se avizora por adelantado: correr a todos los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) y a todos los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y colocar a quienes sean afines a sus designios, porque los que hoy están ahí desobedecen a sus instrucciones. No le hacen caso y eso es pecado mayor.
Daré un breve contexto: Monreal es un viejo lobo de mar y sabía de antemano que su propuesta de Reforma Electoral no le iba a agradar al presidente, pero de todas formas iba a pedir su visto bueno. Las reglas no escritas del presidencialismo mexicano así lo exigen. Es más, tal vez el deseo de don Ricardo sea ir sumando cada vez más agravios del mandatario nacional en su contra para luego tener suficientes argumentos para apartarse de la 4T y crear su propio proyecto para el 2024.
El documento plantea remover a todos los consejeros electorales y a todos los magistrados del TEPJF, plantea recortar el INE de 11 a 7 consejeros, reducir el Tribunal de 7 a 5 magistrados; rotar cada tres años la presidencia del INE, desaparecer los Organismos Públicos Electorales (Ople´s) –como el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) de Chiapas-, fiscalización autónoma de partidos, voto electrónico, anular elecciones por exceder gastos de campaña, por comprar cobertura en radio y televisión, y por uso de recursos ilícitos o recursos públicos. También propone la reducción de 500 a 400 diputados federales –quitar cien plurinominales- y recortar de 128 a 96 senadores.
Para no perjudicar los derechos laborales, Monreal ofrece seguir pagando los salarios de los consejeros y magistrados por el tiempo que les queda en el encargo. Ahh, pero ohh, un detalle generoso, ahí Monreal propone que los consejeros que llegaron al cargo en 2020 –afines a Morena- podrán participar nuevamente en el proceso de designación. De igual manera, contempla aspectos de austeridad. Aun así, la propuesta no fue del agrado del presidente. Ya nos podemos imaginar cómo va a estar la iniciativa de reforma electoral redactada por el principal inquilino de Palacio Nacional.
Los legisladores federales de oposición, PAN, PRI, PRD, MC, incluidos los coyunturales aliados de Morena: PT, PES y PVEM, van a tener una enorme responsabilidad para impedir que la 4T haga una regresión de treinta años a la todavía incipiente democracia mexicana de hoy, en cuya época las elecciones eran organizadas por la Secretaría de Gobernación y los propios gobiernos estatales cuando, como jueces y partes al mismo tiempo, siempre ganaban ellos mismos.
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