Inicia temporada de anidación de tortugas golfinas, pobladores se preparan para protegerlas
Ramón García /CP
Pobladores de comunidades de la zona costera de Chiapas se suman a las acciones de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) para la protección a la tortuga golfina, que como ocurre tradicionalmente regresan a anidar a la misma playa donde nacieron, en este caso en los santuarios de Chiapas, procedentes de su zona de alimentación que puede estar muy alejada de la de anidación por varios cientos o miles de kilómetros.
Los habitantes de la localidad El Hueyate ubicada en el municipio de Huixtla, contemplada dentro de la Reserva de la Biósfera de La Encrucijada, un ejemplo de la responsabilidad social, son aliados en la protección de esta especie en peligro de extinción y se preparan para recibirlas y garantizar un espacio de paz en las playas.
La anidación de las tortugas golfinas inicia con el arribo de los primeros ejemplares generalmente a finales del mes de julio y concluye a finales de diciembre, en cada nido la hembra deposita alrededor de 160 huevos que duran en el proceso de incubación 45 días, cuando las tortugas bebé están listas para alcanzar las aguas del Océano Pacífico.
En las distintas comunidades costeras los pobladores se han organizado para la protección de las especies en peligro de extinción, decenas de familias se han sumado a su cuidado con el apoyo de la CONANP, informó Candelario Girón Montes, Guardaparque de la Reserva de la Biósfera de La Encrucijada.
Al igual que ocurre en comunidades de Huixtla, en otros municipios costeros en los recientes años de cada temporada de la llegada de las tortugas y su anidación, los pobladores se organizan y estructuran corrales de incubación de esta especie, mismos que vigilados por ellos que están al pendiente del proceso y nacimiento, en eventos públicos de concientización a la población sean liberados y puedan continuar con su ciclo de vida al mar, externo Nallely Sánchez responsable del área de educación ambiental de la CONANP.
De acuerdo a los pobladores de El Hueyate, este santuario es visitado por miles de ejemplares marinos, sin embargo, están conscientes que el arribo para la anidación ha ido disminuyendo debido a múltiples factores, como las difíciles condiciones para sobrevivir ya que forman parte de la dieta de otras especies en cada una de las etapas de crecimiento, la caza indiscriminada que ha existido, los efectos del cambio climático, la contaminación por el plástico y la pesca incidental, entre otras.