Columna Sur
Héctor Narváez
El primer ex Presidente de México enjuiciado
Aunque no fue oficial, pero sí sometieron en 1982 a consideración si era culpable o no a José López Portillo.
Y a pesar de que encontraron serias irregularidades en el manejo del erario público, el entonces Congreso de la Unión, no se atrevió a tocar “ni con el pétalo de una rosa” la investidura del mandatario nacional.
El primer ex Presidente de México enjuiciado. Algo que debe de llevarnos al análisis, para saber si es viable o no la consulta contra Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña.
Su responsabilidad
La excentricidad, el despilfarro y el influyentismo se apoderaron rápidamente de López Portillo.
Como Presidente, obligó a que la gira papal hiciera una escala en la residencia oficial de “Los Pinos” para que su Santidad celebrara una misa especial para su madre, lo cual provocó un escándalo.
En respuesta, dijo que padecía del corazón, por lo tanto, no podía trasladarse en aviones ni entre multitudes, y prometió de su bolsillo las sanciones administrativas correspondientes, lo cual nunca se logró saber si lo hizo.
Su esposa manejó la cultura hasta el grado de conformar la Filarmónica de la capital del país, en donde participó como pianista, mientras su hija fue baladista juvenil. Su otro hijo, se desempeñó como subsecretario de Estado, su hermana como su asistente, otra hermana como titular de la Dirección General de Radio, Televisión y Cinematografía, su primo era presidente del Instituto Nacional del Deporte, a su relación extra marital la mandó al frente de la Secretaría de Turismo y un viejo amigo de vecindario fue Director General de Policía y Tránsito del DF.
López Portillo, es recordado por la frase “No te pago para que me pegues”, al contestarle al periodista Francisco Martínez de la Vega por publicarle sobre su actitud hostil y por reclamarle al quitarle la publicidad a los periódicos críticos.
En la parte económica, tomó pésimas decisiones: solicitó préstamos internacionales para la exploración petrolera y supuestamente financiar proyectos de desarrollo como la Alianza para la Producción, el Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados, el Sistema Alimentario Mexicano y el Plan Global de Desarrollo, aumentó la burocracia al crear nuevas secretarías de Estado y organismos, entre mucho más.
Como consecuencia, el peso se devaluó en alrededor de un 400 por ciento y el dólar aumentó su valor casi al triple. Para salir del paso, nacionalizó la banca y decretó el control del mercado cambiario. Pero, nunca aceptó que fue por su culpa: “Soy responsable del timón, pero no de la tormenta”.
Intocables
Por esto, el jurista Ignacio Burgoa Orihuela denunció por traición a la patria al ex Presidente José López Portillo, debido a las sospechas de peculado.
Como traté de narrarlo líneas arriba, había muchos argumentos para llevarlo a proceso, pero no lo lograron.
El Congreso de la Unión en diciembre de 1982, lo exculpó de toda responsabilidad penal por presuntos manejos ilícitos del presupuesto, a pesar de que sí tenían pruebas: el informe sobre el gasto público de un año anterior, dictaminó que hubo deshonestidad.
En el poder legislativo, la discusión parlamentaria se convirtió en un juicio político. Pero, hasta ahí quedó todo.
José Luis Lamadrid, entonces Diputado Federal, dijo en nombre de la mayoría, que “no hay ni habrá un proceso”. En una conferencia de prensa, Manuel Cavazos –del PRI–, explicaba que “los términos críticos” empleados en el dictamen, no implicaba la comisión de hechos dolosos, sino “un manejo incorrecto del dinero público por falta de programación e ineficacia administrativa”.
Prácticamente absolvieron al ex presidente, a pesar de que se realizaban auditorías en tres departamentos ministeriales y en otras tantas empresas públicas, entre ellas Pemex.
La mayoría del PRI, el partido que gobernaba a México en aquel entonces, admitió que el presupuesto de 1982 había servido para agudizar una crisis que ya se anunciaba un año antes, pero lejos de pasar cuentas, concluyó que era necesario aprender la lección para evitar que se repita, a pesar de que el déficit fue de 1.5 billones de pesos.
Y, como sucede hoy, la oposición no le quiso entrar al tema, porque plantearon serias amenazas sobre una institución “intocable” como es la Presidencia. El entonces portavoz del PAN, Juan José Hinojosa, solo se resumió en reducir que “el desastre del pasado Gobierno obliga a reconsiderar el excesivo poder presidencial y la sumisión del legislativo”.
Así, quienes han gobernado a México, se vuelven intocables. Tanto legal como políticamente.
Sucedió en 1982, con el ex Presidente José López Portillo. ¿Se repetirá lo mismo en este 2021, cuando buscan con la primera consulta popular del país, llevar a proceso a cinco ex mandatarios nacionales?
Moraleja: Quien no conoce su historia… ¡Está condenado a repetirla!
Al margen: ¿Qué estará pasando?
Ayer en Tapachula, encontraron los cuerpos de tres mujeres que fueron asesinadas en su domicilio.
¿Qué estará pasando? ¡Ojalá que las autoridades superiores de Chiapas hagan algo!
Por último: ¿Habrá condiciones?
Se anunció que se dará el regreso a clases presenciales en Chiapas, a partir del 30 de agosto, cuando arrancará el nuevo ciclo escolar.
A pesar de que en los últimos días se ha dado un repunte del COVID en por lo menos 30 municipios de la entidad. Por eso, hago la pregunta: ¿Habrá condiciones?
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