Sin control matanza de pollos, ni supervisión sanitaria en el manejo y traslado a mercados
Ramón García /CP
El precio de pollo continúa al alza y de acuerdo a comercializadores esto es consecuencia de la fragmentación del negocio, ya que las grandes empresas introductoras del producto en la actualidad venden al menudeo y no a comercializadoras que cumplan con las normas, por lo que en la mayoría de los casos no existe ningún control ni supervisión en las matanzas y el manejo del producto hacia los mercados.
En la actualidad cualquier persona puede comprar pequeñas cantidades de aves a los introductores, matarlos en la clandestinidad y expenderlos sin ninguna medida de sanidad ni intervención de las autoridades, esto ha afectado a los comercializadores y encarecido el precio, señaló en entrevista Jorge Javier Moreno Sánchez, comercializador avícola del Soconusco.
El encarecimiento del pollo afecta la canasta básica, porque este es una de las mejores y más económicas opciones para las familias de la región, a diferencia de la carne de res o cerdo que es más cara y alcanza menos, expuso que con la entrada de grandes empresas, que a diferencia de años anteriores que únicamente vendían camiones de 1400 pollos a los comercializadores, hoy lo hacen al menudeo en muy pocas cantidades fragmentando el mercado.
A la par de esto hay encarecimiento de las materias primas a nivel de granos para la engorda de animales y con ello un control de precios o producción, esto genera pocas posibilidades de producción local y con ello la escasez del producto con la consecuente afectaciones a los comercializadores establecidos.
Esta situación provocó que comercializadoras cerraran o se trasladaran a la clandestinidad en donde no hay control en rastros ni en el manejo sano de cárnicos como tampoco en el traslado a los mercados, es decir no existe supervisión de las instancias de los tres órganos de gobierno que deben velar por la salud pública.
Reconoció que en Tapachula únicamente existe un rastro para bovinos, pero no lo hay ni para los cerdos ni para las aves, el ayuntamiento deja de percibir ingresos por ello, pero además no supervisa las medidas sanitarias, esto ha condicionado que los comercializadores que antes estaban regulados y que eran los más perseguidos por las instituciones de salud e impositivas haya mudado a la clandestinidad.
Hoy en ese sentido muchas empresas comercializadoras de aves trabajan sin registro fiscal, sin registro en el municipio porque además al no existir un rastro municipal de matanza de aves, la clandestinidad se tiene que permitir y en consecuencia la sanidad del producto no está garantizada.
Moreno Sánchez dijo, que debería haber voluntad de los tres órdenes de gobierno para solucionar el problema y garantizar la salud pública con un centro de matanza organizado, que incluya a todos los que están en el negocio y con ello además generar ingresos al municipio al pagar por la matanza e incluso con esto la producción local crecería, concluyó.