Columna Sur
Héctor Narváez
Por las nubes
Como que ha sido muy “aspiracionista”. O se ha prestado al juego de la oposición para un posible “Golpe de Estado”.
O más bien la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador no ha sabido controlar su precio.
Por las nubes. Así se encuentra el gas licuado, que es lo que más podría golpear a este Gobierno.
Nadie lo para
Me llamó la atención ayer en su mensaje a tres años del triunfo del 2018, que AMLO buscará bajar el precio de este combustible doméstico.
No sé cómo lo va a hacer, pero el mandatario nacional así lo adelantó, desde Palacio Nacional.
Y sí es preocupante. Porque tan solo en Chiapas y en Tabasco, un cilindro de 30 kilos vale actualmente 709 pesos. En otras regiones, como en la Ciudad de México y Edomex, llega a costar los 810 pesos.
Ahora sí, que ni de los de clase media, pueden acceder a contar con gas licuado en sus hogares, que es un producto indispensable para la preparación de sus alimentos. Y sería casi imposible para las familias de escasos recursos.
El incremento se empezó a dar desde junio del año pasado con un 6.9 por ciento, para el mes siguiente fue de 12.3 por ciento y en agosto del 2020 se registró un alza del 15 por ciento. De ahí, en septiembre el aumento fue del 12.5 por ciento, en octubre del 12 por ciento, en noviembre del 11 por ciento y se cerró el año con el 10.7 por ciento en diciembre.
Pero, al iniciar este 2021, se disparó: del 23.4 por ciento en enero, del 30.3 por ciento en febrero, del 36.5 por ciento en marzo y así ha seguido hasta la fecha.
Pareciera como que nadie puede parar el precio del gas LP. Y que al paso que va, como que vamos a terminar este año con un costo casi cercano a los mil pesos por un tanque de 30 kilos.
El reto de desinflarlo
Y no es la primera vez que se nos promete que bajarán los costos de los combustibles, como es este de uso doméstico.
De hecho, como candidato presidencial, sostuvo que México producirá sus gasolinas y que llevaría tres años construir dos nuevas refinerías.
“Nos va a llevar tres años construir las dos nuevas refinerías, van a costarnos 8 mil millones de dólares, vamos a contar con ese presupuesto, pero de entrada ya no va a aumentar ninguno de estos energéticos”, dijo.
Y bueno, a casi tres años de que tomó posesión del poder, ni las refinerías y ni bajaron los combustibles.
Entonces, ¿cómo le piensa hacer, como lo anunció ayer el Presidente, para que disminuya el costo del gas LP?
En verdad que es todo un reto, mayor que el abasto de medicamentos para los niños con cáncer, que han sido desatendidos en este Gobierno.
Hay que recordar que el precio de los combustibles es regulado por los mercados internacionales.
Claro que la ley en nuestro país señala que corresponde a la Secretaría de Energía, establecer la regulación de precios y tarifas aplicables al transporte, almacenamiento y distribución de gas LP, pero en el ámbito de sus atribuciones y cuando no existan condiciones de competencia efectiva, a juicio de la Comisión Federal de Competencia. Además, que siempre se sujeta a los mercados internacionales.
Lo que queda, como sucede con las gasolineras, es que el Gobierno Federal autorice un subsidio a los dueños de las gaseras del país, a cambio de que bajen los precios.
Nada más que esto, puede afectar a las finanzas que no son tan sanas en Petróleos Mexicanos. Sucedió en la administración de Enrique Peña Nieto, cuando la empresa dejó de recibir 18 mil millones de pesos anualmente por parte de las distribuidoras privadas y que no se reflejaban en mejorar los costos al público.
Además, que puede darse otro caso mal manejado por el Gobierno, sin transparencia en el uso de los recursos. Pero, sí le entrarán al reto de desinflar el gas, con tal de recuperar la confianza de los mexicanos rumbo al 2024.
Pero, por el momento se encuentra por las nubes. Así como las promesas que nos hicieron a todos los mexicanos en el 2018.
Moraleja: Prometer no empobrece… ¡Cumplir es lo que aniquila!
Al margen: ¡El daño de la agricultura industrial!
En medio de los estragos naturales por el cambio climático, el relator de Naciones Unidas para los Derechos Humanos al Agua Potable y Saneamiento, Pedro Arrojo Agudo, puso “el dedo en la llaga” al señalar a uno de los responsables.
La agricultura industrial es la principal causante de la contaminación de ríos y acuíferos con productos agrotóxicos que están prohibidos y lo que trastoca los derechos humanos al agua potable que tiene la población.
El funcionario de la organización más importante del mundo lo dijo durante un foro de la Sader que encabeza Víctor Manuel Villalobos. Quizá por eso el Gobierno de AMLO ha encargado en la Cámara de Diputados Federales explorar la posibilidad de reformar la Ley de Aguas Nacionales para hacerla más afín a la visión de “la 4T”. Así, la agricultura industrial, que muchas veces solo se dedica a producir para exportar… ¡Ha dañado en mucho al agua en México!
Por último: ¡Devolvió una parte!
Me afirman que Samuel Chacón fue llamado hace días por el ex candidato de “Va por Tapachula”. La reunión, no fue tan amena, pues Amín le pidió cuentas del recurso que le había entregado para la movilización en el día de la jornada, ante la baja votación que recibió.
Aseguran que, entre la plática, el ex alcalde y ex Diputado Federal, dijo que logró visitar a varios coordinadores horas antes del 6 de junio. Y así, devolvió parte de lo que había entregado a los dirigentes. ¡Pero, quedó la duda si fue fiel o traicionó!
Con esto, cerramos esta trágica telenovela de la elección en Tapachula. Ojalá que lo sucedido, tanto en la alianza “Va por Chiapas” como en el PVEM, sirva para que no suceda lo mismo en el 2024.
¡Nos leemos el lunes!
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