Acá entre nos

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Acá entre nos

 

Alejandro Moguel

 

Una sola exigencia: justicia

Hay asesinatos que duelen a la sociedad y hacen que la gente se movilice. Pero, hay otros que conmueven aún más, por lo que significan las víctimas y por los móviles que hayan llevado a cometer los crímenes. El de Paco Sarmiento fue tan artero y tuvo una motivación presuntamente proveniente de la impunidad que, como un resorte, puso de pie a un amplio sector de la sociedad sancristobalense en particular, de donde él y las demás víctimas eran originarias.

Los familiares de Paco tienen fundadas sospechas de que los dirigentes del MOCRI ordenaron ese múltiple asesinato cometido contra cuatro personas, cuyo único pecado era estar litigando y luchando por la liberación total de sus tierras, invadidas hace varios años por integrantes de ese nefasto grupo que en el pasado ha vivido al amparo de ciertos grupos del poder político que les ha dado protección a cambio de realizar actos de desestabilización, cuando así les conviene. En los dos sexenios anteriores, fueron protegidos por los entonces gobernadores, Juan Sabines Guerrero y por Manuel Velasco Coello. Eso era voz populi.

Parientes de Paco Sarmiento emitieron pronunciamientos desde el momento mismo en que se enteraron de ese hecho fatal y un día después hubo una manifestación pública en la Plaza de la Paz de San Cristóbal de las Casas, de donde eran originarias las víctimas, y allí se dejó más clara la idea de lo que pudo haber pasado en ese suceso registrado en inmediaciones del municipio de Jiquipilas.

La muerte de Francisco Sarmiento movilizó a un sector de la sociedad sancristobalense para exigir que no quede impune ese crimen y el de otras tres personas acribilladas en Jiquipilas el jueves pasado. La familia acusa justamente a integrantes del MOCRI. Señala que, de 2016 a la fecha, han muerto siete personas por los mismos motivos: defender sus propiedades invadidas ilegalmente por ese grupo.

Vale la pena conocer el relato de la familia cuyos integrantes han vivido en carne propia las consecuencias de la impunidad con que han actuado esos vivales de una supuesta lucha social que, a todas luces es inexistente. Ni siquiera es una lucha social a medias, porque cuando logran sus propósitos de dotar de tierras a los desprotegidos gubernamentales, también a ellos los timan con cuotas mensuales que, contadas por miles, terminan representando grandes cantidades de dinero mensuales que van a parar a los bolsillos de sus líderes. Aquí va el pronunciamiento:

“En 2016 iniciamos un camino que jamás nos imaginamos desencadenaría con el doloroso incidente en el que perdiera la vida nuestro hermano junto a Agustín, Eyder y José Luis.

“Desde ese año, hemos realizado procesos jurídicos conforme a la ley, como nuestros padres nos enseñaron, siendo respetuosos de los procesos legales. Más de 5 años de peregrinaje, audiencias, reuniones interminables con diferentes autoridades y hasta el día de hoy no hemos visto resultado alguno por parte de las autoridades ¿competentes?

“Tal parece que este grupo MOCRI, que estableció su centro de operaciones en nuestra propiedad, tiene más poder que todas las leyes en nuestro sistema jurídico. Sabemos que estos grupos subsisten por sus vínculos directos con el gobierno.

“En 2018, cuando hicieron el desalojo de las propiedades invadidas, creímos en el sistema y que podríamos hacer libre tránsito por la propiedad. Sin embargo, la situación empeoró ya que a partir de esa fecha fallecieron ya 7 personas, en la misma zona.

“Son muchas las familias afectadas, no solo las de quienes perdieron a un ser querido, están las de los desaparecidos y todas las otras de propietarios de zonas aledañas que temerosos de los actos vandálicos que se perpetran con toda impunidad, han sido desplazados, quienes abandonan sus bienes y sustento de vida por su seguridad física, y por qué no decirlo, psicológica.

“Mi familia hoy perdió a uno de sus pilares, quien fue un hombre íntegro, paradójicamente Francisco Sarmiento Mandujano fundó una organización denominada Chiapas, gente de Paz, de la cual era presidente y apoyaba diversos proyectos en pro de nuestra sociedad.  Su muerte es el resultado de la incompetencia de los servidores que deben vigilar nuestra seguridad y han fracasado rotundamente en darnos esa paz que tanto anhelamos, al permitir que estas organizaciones se empoderen a través del miedo, delinquiendo y causando destrucción a su paso.

“Me preguntan que queremos… Sin duda Justicia, pero la que se da en vida, no la que se busca cuando los daños ya son irreversibles. Lo que se haga a partir de este momento no le devolverá la vida a quienes impunemente la perdieron, pero exijimos caiga el peso de la ley a los perpetradores, no chivos expiatorios, sino a los autores intelectuales y ejecutores de estos hechos abominables.

“A los familiares de Agustín, Eyder y José Luis expresamos nuestra solidaridad, sepan que esta lucha es por todos.

“Estamos cansados de la ingobernabilidad en el estado, los chiapanecos gobernantes que velen por nuestras garantías; creemos en el compromiso que han adquirido, pero falta actuar con más firmeza ante situaciones de este tipo.

“Agradecemos a todos los que nos han apoyado en este difícil momento, nos han expresado su hartazgo, impotencia, coraje, etc. Hoy manifestamos nuestro deseo de justicia que permita un ambiente de paz”. Todo se sintetiza en: una petición de justicia.

Email: alexmoguels@hotmail.com

 

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