Columna Sur 

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Héctor Narváez

Una mentira los programas sociales

Muchos dicen que existen, pero en realidad son pocos los que los han visto.

A pesar de que el Presidente López Obrador insiste en que, en Chiapas, —como en Oaxaca y Guerrero– en cada casa se cuenta con un apoyo oficial de su Gobierno.

Una mentira los programas sociales. Como el tamaño de la austeridad y el combate a la impunidad y la corrupción de parte de “la 4T”.

Los que han querido

Aunque las denuncias sobre los programas de “Jóvenes Construyendo al Futuro” y “Sembrando Vida” han disminuido en los últimos meses en Chiapas, no quiere decir que las cosas andan bien.

Las deficiencias sobre su manejo no han mejorado. Y eso se debe a que siguen sosteniendo al Super-Delegado, José Antonio Aguilar Castillejos, quien desde el año pasado la hace de coordinador de campaña de varios aspirantes de Morena.

Primero, no a todos les llegan estos apoyos. Si fuera así, en municipios como Huixtla se sabría que están siendo contemplados los amigos, vecinos y demás personas de la población.

Viene siendo como la dichosa encuesta del partido guinda para elegir a sus candidatos, que nunca se hizo: ni llegaron a las casas ni llamaron por teléfono.

Aparte, desde hace tiempo los chiapanecos sabemos que los alcaldes metieron las manos para beneficiar a su gente con estos programas. Como sucedió en Comitán con Emmanuel Cordero, que condicionaba a los jóvenes beneficiarios para que asistieran a sus actos.

Es por eso que, en este último estado del país, se piensa que estos apoyos del Gobierno Federal serán utilizados para condicionar el voto en este proceso.

Pero, no es una mayoría, así como lo presumió ayer el Presidente AMLO desde “su mañanera”.

Son los que han querido meter a los programas sociales. A los que manejan a su antojo políticamente y ahora hasta electoralmente.

La “otra realidad”

Ya lo he escrito desde hace dos años en este espacio: al inquilino de Palacio Nacional, como que alguien no le pasa toda la información de la otra cara de la moneda.

Chiapas, no es el de hace años. Lamentablemente dejó de ser próspero y productivo.

Un ejemplo de eso, es el campo. Va para más de una década, quizá hasta más, que las tierras las trabajan las personas de la tercera edad, las mujeres y los niños.

Los hombres adultos, jóvenes y los que pueden brincar, han saltado a los Estados Unidos, en busca de mejorar su calidad de vida.

Por eso, vemos comunidades, incluso hasta municipios, que son prácticamente pueblos fantasmas.

Desgraciadamente, es el estado que más riquezas naturales posee, pero dejó de ser aquel gigantesco granero para el país.

El Soconusco, perdió su tesoro, “el oro verde” que representaba el café. Hoy, un costal del grano aromático no es redituable para los pocos productores que quedan, en comparación a los dólares que reciben de EU de parte de sus hijos, quienes sufrieron y corrieron riesgo de morir para llegar a suelo norteamericano.

No hay fábricas. Las que están, representan a los grandes consorcios nacionales e internacionales, que acaparan la poca producción del campo chiapaneco, a precios muy bajos. El resto de las empresas, representan una mínima parte de la generación de empleos en la entidad.

Así, actualmente Chiapas subsiste por la burocracia y del magisterio, que generan un movimiento económico cada quince y último día del mes. Eso se reflejó en la época más fuerte de la pandemia el año pasado.

Y un pequeño grupo, el de los más privilegios, tienen fluidez de dinero, por estar metidos en la política. Ahí se encuentran desde los funcionarios municipales, los regidores, los alcaldes, diputados locales y hasta llegar al puesto más arriba.

La “otra realidad”. El otro Chiapas. Es también el otro Oaxaca y Guerrero, del otro México, que sigue sin ser atendido por los Gobiernos Federales, sin importar del partido que sean.

Por eso, lo afirmo: Es una mentira lo de los programas sociales. Del tamaño de los ideales de esta izquierda que nos gobierna.

Moraleja: Dime de que presumes… ¡Y te diré de que careces!

Al margen: ¡Salió peor!

Ayer se dio a conocer que eso de los datos biométricos que aprobaron nuestros “gloriosos Senadores” para los teléfonos celulares, puede traer mayores problemas.

El primero, es que se puede generar un mercado negro de venta de tarjetas SIM, con los datos personales de varios ciudadanos. En eso no pensaron nuestros “dignos representantes populares”. ¡Salió peor!

Por último: ¿Premio?

¡Sorpresa! El Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, permanecerá hasta el 2024, esto luego de que se amplió su periodo de 4 a 6 años, con la aprobación a la reforma a la ley orgánica del Poder Judicial de la Federación.

Esto se logró, por la mayoría con que cuenta Morena en la Cámara de Diputados Federales. ¿Será un premio? ¿Por portarse tan bien y ser muy obediente?

¡Nos leemos el lunes!

Mi Cel: 9642823259 

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