Transporte público discrimina a discapacitados denuncian miembros de organización
Ramón García /CP
En Tapachula y municipios de la costa chiapaneca es muy difícil que las personas con capacidades diferentes puedan utilizar de forma habitual el transporte público porque no existen las condiciones adecuadas o se manejan barreras mentales o psicológicas de parte de los conductores este medio y este sector vulnerable es discriminado a pesar de que se maneje información en sentido contrario.
Es difícil que las unidades del transporte público estén dotadas de mecanismos y sistemas de adaptación para este sector vulnerable, denunció en entrevista el presidente de la Asociación Caminando por una Esperanza de Vida (CAESVI), Rómulo de Jesús Salazar Arias, quien lamentó que en muchos casos, los usuarios y choferes vean a las personas con problemas de movilidad como causantes del retraso en el viaje; por lo pidió mayor sensibilidad y sentido común para comprender a los grupos vulnerables que no cuentan con condiciones de movilidad.
Tanto en colectivos como en los taxis locales y foráneos, generalmente hay dificultad para dar el servicio a las personas con discapacidad, principalmente las que deben utilizar sillas de rueda, generalmente las unidades no permiten la seguridad para dar el servicio.
Sin embargo, lo que es más grave, es que en muchas ocasiones los choferes evaden dar el servicio a los discapacitados, asumen una postura negativa y hay un trato injusto porque implica atención especial en relación al resto de los pasajeros.
Rómulo Salazar Arias comentó que esto no solo ocurre en el trasporte local sino también en los camiones de pasaje y expuso que en un viaje reciente en la línea de autobuses Aexa, con destino a Tuxtla Gutiérrez, el operador hizo gala de una carente habilidad para tratar a las personas con discapacidad.
En ese sentido, dijo que es importante que las empresas que brindan el servicio de transporte foráneo, tengan un personal capacitado para saber qué hacer al presentarse la necesidad de atender a un discapacitado, principalmente aquellos que carecen de sus facultades motoras.
Mencionó que el transporte en autobús debería garantizar la seguridad de todos los pasajeros, independientemente si lleva o no a personas con discapacidad.
Argumentó que las mejoras de accesibilidad también deben incluir que la sociedad genere las condiciones para atender las necesidades de los discapacitados, como que requiere utilizar la rampa o simplemente necesita un tiempo mayor para subir o bajar del autobús.
Y es que, en una sociedad como la actual, donde los ciudadanos tienen prisa, es fácil ignorar que hay pasajeros, cuyo número es cada vez mayor, que tienen otro ritmo y que necesitan más tiempo para hacer lo que otros hacen más deprisa.