Deforestación provoca aceleración en la pérdida de flora y fauna natural de Tapachula
Ramón García /CP
En la región del Soconusco la deforestación ha provocado el aceleramiento de la perdida de la biodiversidad por lo que la fauna y la flora que eran parte del ecosistema natural ha ido bajando drásticamente en un lapso de tiempo menor a lo estimado, lo que obliga a las autoridades y ambientalistas a buscar un camino adecuado para disminuir la dinámica de la destrucción.
En entrevista el científico y estudioso del Centro de Investigaciones para Mesoamérica de la Universidad Autónoma de Chiapas, Vicente Castro Castro, informó que la intensa ola de calor que enfrenta Tapachula es consecuencia de la forma irracional en que se deforestan los bosques y selvas y en consecuencia la pérdida de los ecosistemas.
Refirió que publicaciones del Consejo Estatal de Informática y Geografía de Chiapas, informan que Tapachula sólo ha logrado conservar alrededor de un 11 % de su vegetación y fauna original, lo que representa un grave deterioro, transformando los ecosistemas y afectando el calentamiento global, que ahora está sufriendo la población con los intensos calores y la falta de agua para consumo humano.
El investigador destacó que la pérdida de la masa forestal está contribuyendo a la desaparición de varias especies que jamás regresarán, por el contrario, la desaparición aumentará si no se trabaja en forma conjunta entre autoridades y población para mitigar los efectos de este cambio climático.
Señaló que la fauna endémica de esta zona de Tapachula como los armadillos, venados, tejones, mapaches, así como un sinnúmero de especies de insectos y de fauna marina, han ido desapareciendo y en la actualidad únicamente existen en las zonas serranas cafetaleras de Tapachula, pero están próximas a extinguirse por completo, porque no hay una conciencia por la conservación.
Lamentó que hay estimaciones que para el periodo de entre 2080 y 2090, se perderá el 90 % de la biodiversidad actual de esta región Soconusco, por lo que las siguientes generaciones estarían destinadas a cambiar completamente su visión de la existencia humana.
Asimismo, estas mismas estimaciones señalan que, en el mundo, alrededor del año 2050, la humanidad tendrá un escenario muy complicado para vivir, por lo que muchos países, en especial los nórdicos, ya están apostando desde hace algunos años a la conservación de su biodiversidad, pero en México no se ve la preocupación de las autoridades a este respeco.