Productores rurales crean la Chiapasteña para rescatar producción y valor agregado del cacao mexicano
Ciudad de México, 09 de marzo de 2021.- Cultivos y plantaciones a lo largo y ancho del territorio nacional reportan producciones raquíticas o en proceso de extinción sin que las autoridades tengan forma de frenar o revertir esta devastación productiva y es que las cifras hablan por sí solas, de 2003 a 2019, la cosecha nacional de cacao cayó de 50 mil toneladas a 28 mil 452 toneladas, es decir un 43% en dicho periodo y colocó a México en el decimotercer lugar como productor mundial donde ni siquiera alcanza el 1% del cacao mundial, aseguró Carlos Sandoval Miranda, especialista en valuación rural y agrónomo de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Es por ello, afirmó, que la reconversión productiva está en manos de los pequeños y medianos productores quienes trabajan para revertir situaciones de pérdida de superficie establecida y, sobre todo, productiva por lo que luego de más de una década de intenso trabajo evitaron el exterminio del cacao almendra blanca en los estados de Tabasco y Chiapas.
Para tal acción se dieron a la tarea de crear una Sociedad de Producción Rural “Productores y Transformadores de Cacao Zoque SPR” y con esto formar una verdadera cadena de valor. Estos trabajos llevan a la conformación de LA CHIAPASTEÑA, marca registrada que dará valor a los productos que se elaboren, a favor de la SPR.
Opinó que la industria del chocolate fino se ha convertido en un sector muy dinámico en la producción y exportación por lo cual es importante fomentar la producción doméstica de cacao, que es un insumo insustituible y que genera una gran cantidad de empleos directos (2.5 empleos por cada hectárea de cacao fino que esté en producción).
Carlos Sandoval, especialista en Ingeniería Agrícola señaló que lidereó a un grupo de 100 productores, ubicados en 24 comunidades de los municipios de Tacotalpa, en Tabasco y Pichucalco, en Chiapas, donde conforman una superficie global de 167 hectáreas, todas ellas establecidas con cacao almendra blanca, (variedad de las que hace apenas 10 años estaba en peligro de extinción).
Sandoval Miranda, quien se ha enfocado al desarrollo de proyectos productivos con alto contenido social en el territorio nacional, relató que en los inicios del proyecto, en enero del 2012, en Tacotalpa, se dio a la tarea de visitar a jóvenes universitarios, comuneros y productores privados (los menos) a los que les propuso la tarea volverse independientes, conforme a su esfuerzo personal.
Les explicó que con solo su trabajo se podría salir adelante, los productores pertenecen en su mayoría a comunidades rurales marginadas, con nulo apoyo del estado (solo apoyos asistenciales, ningún proyecto productivo real), terrenos con toda la dificultad física, empobrecidos por el desgaste del sobrepastoreo, donde en muchos casos el acceso a ellas lleva al menos una hora y media de camino por brechas y veredas.
En Pichucalco, un municipio que gozó de ser uno de los territorios más importantes en cacao y ganado hace 70 años, figuraba como uno de los mejores cacaos en México, pero donde la falta de integración de verdaderas cadenas de valor en los últimos 50 años se perdió la tradición productiva y con esto más de 14 mil hectáreas establecidas de cacao se transformaron a potreros donde hoy solo se trabaja la ganadería extensiva, con bajos rendimientos, agregó Carlos Sandoval.
El reto era lograr revertir la situación económica de los productores, cambiar de fondo y hacerles sentir que estaba en sus manos el ser un productor exitoso, que con el esfuerzo de todo el grupo podrían producir y comercializar un cacao capaz de retomar la línea del éxito, volverse a posicionar en los mercados del mundo, expuso el también especialista en Revalorización del Territorio Rural.
El resultado tardó una década en llegar, hoy los granos de cacao de estas dos regiones están en mercados de otros países donde reconocen nuestra calidad. Estas hectáreas no solo producen un gran cacao, también especias como la canela, la pimienta y vainilla; también han sido certificadas en producción orgánica por 2 años de forma consecutiva, destacó.
Esta situación si bien cambió radicalmente la oportunidad de un productor con una o dos hectáreas, no era suficiente por lo que Carlos Sandoval, los productores y los técnicos integrados al proyecto formaron la Sociedad de Producción Rural “Productores y Transformadores de Cacao Zoque SPR” y, con ella, en 2018, iniciaron actividades para lograr consolidar la transformación de cacao almendra blanca, fino de aroma.
Con ello se logró un valor agregado a la producción primaria de más de 2 veces el ingreso como materia prima; se abrieron nuevas y mejores fuentes de empleo para la gente de casa.
Ahora se cuenta con una verdadera cadena de valor. La marca registrada La Chiapasteña buscará posicionarse en lo local y de ahí brincar a otros lugares, incluso de talla internacional, de la cual los productores de Chiapas y Tabasco, “nos sentimos más que orgullosos, somos auténticos chiapasteños”, sostuvo el también especialista en ingeniería financiera, administración, mercadotecnia y desarrollo territorial.
¿Que estamos haciendo hoy con el cacao y las especias que producimos? Pues demostrar que “el cacao es mucho más que chocolate”, estamos produciendo más de 25 productos, de los cuales “solo cuatro son chocolate”, comentó.
Así, en 2 años de gran esfuerzo y conjuntando la experiencia ganada de casi 10 años ininterrumpidos de trabajo en equipo, “el mundo sabe que el cacao de estos dos municipios ubicados en Tabasco y Chiapas, logró unir vidas, crear medio ambiente y hacer de nuestro territorio un lugar de visita obligada, que nos hace amar esta tierra, tierra de La Chiapasteña”.
Indicó que La Chiapasteña, una vez operando al 100% pretende la consolidación de más de 300 empleos solo en el campo y, al menos, unos 30 en la industria además de los empleos indirectos que se generarán de proveedores asociados.
Carlos Sandoval Miranda, creador de la empresa Frutas y Frutos Mexicanos y asesor de productores y transformadores de Cacao Zoque, SPR; empresas que integran la cadena productiva desde la planta hasta el consumidor final ha logrado convencer a un grupo de inversionistas nacionales y extranjeros para crear un proyecto turístico, que pretende llevar a cabo la construcción del primer Eco-Hotel ”Tak Kujy” (la casa del árbol) en territorio Pichucalquense, con materiales regionales y tecnología de punta en temas de sostenibilidad y que una vez operando podrá recibir a nuestro pueblo y a pueblos hermanos.
“Vengan y enamórense de estos espacios como yo lo hice… hace ya 17 años”, aseguró Carlos Sandoval Miranda.
Cabe recordar que el país se ha convertido en destacado productor y exportador de chocolates y sus preparados. De acuerdo con cifras de la Secretaría de Economía, en 2018/2019 México exportó un aproximado de 215 mil toneladas, por lo que es el décimo exportador mundial y el primero en América Latina, de chocolates y sus preparados por lo que ahora los productores asociados en “La Chiapasteña” están en plena capacidad de competir en precios, productos y calidad.
En los últimos años la producción de cacao en grano repuntó ligeramente pues aun cuando no se han alcanzado los niveles de 2003, en 2016 se obtuvieron 26 mil 863 toneladas y en 2019, 28 mil 452 toneladas.
Noticias/Diario Tribuna Chiapas/2021