Columna Sur
Héctor Narváez
Una decisión difícil
Como nunca antes, Morena tiene que elegir bien a su candidato a la alcaldía capitalina de Chiapas.
Y está entre si permite que vaya un mal gobernante o alguien que viene de otro partido. O bien, si postula a quien ha caminado con el proyecto desde hace años.
Una decisión difícil. Que puede llevar a ganar o perder a Tuxtla Gutiérrez en las próximas elecciones.
Ni a quien irle
Llegó el momento de las definiciones. Y en esto, el partido en el poder no se puede dar el lujo de equivocarse.
Si lo hace, la oposición del PRI, PAN y el PRD con su alianza, así como Movimiento Ciudadano y hasta el Verde Ecologista, están a la espera.
Si Morena apoya al alcalde capitalino, Carlos Morales Vázquez, en su obstinada búsqueda por la reelección, las cosas se le van a poner muy feas.
Porque el edil que hoy representa a Morena, aunque llegó a ser candidato en el 2018 a propuesta del PES, no hizo bien las cosas.
Los cuestionamientos, reclamos y señalamientos se dan a diario en contra de Morales y de “la 4T”. Y llevarlo por segunda ocasión como el abanderado, los convertiría en blanco fácil de las críticas en la campaña.
Ante este panorama adverso, ya se maneja la versión de que podría darse una segunda opción, como plan “B” y que este sería el empresario Felipe Granda.
Nada más que este personaje, como ya lo he escrito en mi fanpage, se apuntó también para ser candidato a la Diputación Federal. Y por si no fuera suficiente trae trayectoria del PAN, lo cual lo hace un miembro distinguido de “la mafia del poder”.
Si estas son las propuestas fuertes que tiene el partido guinda para Tuxtla Gutiérrez, ni a quien irle. Y van derechito a perder la capital del estado.
Échenle otra pensadita
Claro que el Movimiento de Regeneración Nacional tiene a alguien que puede ser un buen candidato para la alcaldía capitalina de Chiapas.
Y a eso le deben de apostar, para sacar adelante esta elección, en la que se decide si retienen el poder o lo pierden.
Si son derrotados en Tuxtla Gutiérrez, difícilmente se van a recuperar. Porque también la oposición no permitiría que les quiten lo que logren ganar.
A ese nivel está llegando este proceso electoral del 2021, que como nunca antes en la historia de México y Chiapas, había sido tan importante.
Imaginarse que después de la jornada electoral de junio, Morena perdió la capital de Chiapas, representaría un duro golpe tanto en el plano nacional como en lo estatal.
El movimiento que encabeza “la 4T” quedaría muy limitado para poder continuar en esta entidad, que –por cierto– se ha vuelto tan importante para el Presidente López Obrador, por sus proyectos y programas sociales.
Y en cambio, si gana ya sea la alianza del PAN, PRI y el PRD, Movimiento Ciudadano o el Verde Ecologista, se fortalecería la oposición, no solo desde Chiapas, sino en todo el país.
Esto provocaría quien quede como el candidato de Morena para la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez.
Insisto: Si designan a un mal gobernante o a alguien que viene de otro partido, facilitarán el camino a los adversarios en las elecciones. Si le apuestan a quien ha caminado desde los inicios de este movimiento, llevan altas posibilidades de retener la capital chiapaneca.
No me quiero imaginar los problemas que se desatarían si después del primer domingo de junio, los resultados son adversos para el partido guinda en esta ciudad.
Rodarían muchas cabezas importantes al interior de este partido y también de funcionarios, como también se desataría la furia del “Gran Tlatoani” desde la Ciudad de México, quien no estaría buscando al que se la deba, sino al que se la pague.
Creo que los que mandan en Morena desde la capital del país y también los que están en Tuxtla Gutiérrez, deberían de echarle otra pensadita, antes de que cometan el error garrafal.
Es una decisión difícil. Pero, que deben de tomarla bien analizada, porque se trata de la continuidad de su proyecto.
Moraleja: ¡Hay de dos sopas!
Al margen: ¡Es necesario!
Qué bien que el Presidente AMLO le dé continuidad a la protección de los candidatos en esta contienda que se avecina.
Y es que la seguridad de los aspirantes no está peleada con la austeridad. Por el contrario, eso contribuye a la estabilidad de México. ¡Es necesario!
Por último: ¿En dónde quedó “la bolita”?
La ex Secretaria de Desarrollo Social de Enrique Peña Nieto, aceptó declararse culpable del fraude de “La Estafa Maestra”.
En lo que, si rayó en lo ridículo Rosario Robles, es que ofrece 6 años de cárcel y pagar una multa de 5 mil pesos. ¿Y los miles de millones? ¿En dónde quedó “la bolita”?
¡Nos leemos el lunes!
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