Pide Obispo a quienes tienen familiares delicados de salud a acompañarlos en la enfermedad
Ramón García /CP
En su mensaje dominical el Obispo de Tapachula, Monseñor Jaime Calderón Calderón, quien aún se encuentra en proceso de recuperación luego de dar positivo al coronavirus, expone que se está viviendo nuevamente la emergencia de salud por el COVID-19 e invitó a reforzar las medidas de seguridad en los hogares y en las comunidades parroquiales para evitar más contagios.
El discurso del obispo fue leído a través de redes sociales por el párroco Sergio Alfonso López Méndez, encargado de la pastoral de comunicación y quien también se encuentra en cuarentena al igual que un regular número de sacerdotes y seminaristas de la Diócesis, ante los casos que resultaron positivos en la comunidad y que mantiene aún hospitalizado y en estado grave, pero estable, al padre Luis Alberto de la Iglesia Jesús de la Buena Esperanza.
En el mensaje dominical se hace un llamado muy especial a todas las personas que tienen a alguien de su familia contagiado, en casa o en algún hospital, a que este sea el momento de acompañarlos en la enfermedad, se enfatiza que el Señor Jesús enseñó que el sufrimiento es camino redentor, es decir, que ofreciéndolo a Dios padre nos ayuda en la salvación y que sea el momento de enfermedad de sus familiares, la ocasión para acompañar de nuevo al Señor Jesús camino al calvario sufriendo con la cruz.
Agregó que la oportuna atención médica, el buen estado de ánimo, evitar las preocupaciones, el cariño de la familia y la oración, son elementos indispensables que todo paciente debe tener para salir de la crisis por la enfermedad y quien mejor que los familiares los que ayuden al buen mejoramiento de la salud de los suyos.
En relación al tercer domingo del tiempo ordinario, señaló que el Papa Francisco ha centrado la atención de toda la Iglesia en la Palabra de Dios, la intención es doble, primero, evidenciar la importancia de la Palabra de Dios para todo cristiano y luego, descubrir el rol fundamental de la Palabra en la liturgia.