Columna Sur
Héctor Narváez
Ya no manda
Formalmente dejó el poder en Chiapas en el 2018. Pero, desde su espacio en el Senado buscaba perpetuarse.
Los que aún le sobreviven como sus allegados y quienes todavía lo idolatran, hace meses aseguraban que vendría al estado a dar línea, pero no sucedió.
Al final, no pudo amarrar la alianza con Morena para las alcaldías y que vino a evidenciar que ya no manda.
Del plato a la boca
Según este grupo la tenía cantada: Chiapas nos pertenece.
Sin embargo, desde finales del año pasado, las posibilidades de que retomaran el control, se iban desvaneciendo.
Todo empezó con aquel Twitter que escribió el entonces líder nacional del PVEM, Carlos Puentes Salas, de que no tenían un acuerdo con Morena para ir en alianza en el estado.
Aunque confiaban que con Mario Delgado en la dirigencia nacional del partido guinda, uno de sus aliados en la Cámara de Diputados Federales, se impondrían. Sobre todo, porque a nivel nacional habían alcanzado la coalición.
Sin embargo, las protestas de los morenistas en Chiapas y en la Ciudad de México, vino por arruinar sus planes.
En el reparto de las candidaturas a Diputados Federales, veían que les habían entregado más, pero de distritos no tan relevantes como el de Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de las Casas y como en el caso de Tapachula, en donde cada quien irá por su lado.
Lo mismo sucedió para las Diputaciones Locales: el PVEM aparentemente aventajó en las posiciones, pero recibió regiones como la de Venustiano Carranza, Pichucalco y entre otras. Ninguna con cabecera en las cuatro ciudades más importantes de la entidad.
Así que, estratégicamente Morena había cedido candidaturas a Diputados Federales y Diputados Locales a su aliado a nivel nacional, pero no estaba dispuesto en entregar la mayoría de las alcaldías, lo que esperaba el líder y quien se cree uno de los dueños del partido del Tucán.
Como reza el conocido refrán: del plato a la boca, se les cayó la sopa. Y llega a suceder, cuando se habla de más.
La caída del jefe
También al Güero ya se la habían cantado: Si te metes en Chiapas, te soltamos tu proceso.
Los hombres de Palacio Nacional, algunos del primer círculo, aceptaron que la Auditoría Superior de la Federación le haya perdonado un gigantesco desfalco, porque de alguna manera ayudó en el 2018. Pero, hasta ahí.
No le quedó de otra que en enero declararse enfermo. Y así justificarse de que no estaría metido en las decisiones que se tomarían en el estado.
Aunque sus operadores andaban a tambor batiente, tanto por el lado del Verde como por Morena. Es más, como lo publiqué en Facebook, en su momento utilizó al PT para que también metiera presión y los tres partidos fueran coaligados para las alcaldías, junto con Chiapas Unido y Mover a Chiapas.
El acuerdo del viernes por la mañana era de la alianza con los cinco, pero en el cual Morena tendría la mayoría de las candidaturas en los municipios y de las ciudades importantes.
Para medio día el PVEM brincó y pidió una mayor cantidad a la que le correspondía y que le entregaran las plazas como la de Tapachula y Tuxtla Gutiérrez. Me cuentan que le siguió el juego el PT y también quería más posiciones.
Esto, vino a tirar el borrador que se tenía. Y ya para la noche, desde la Ciudad de México, se dio la orden de que Morena iría solo en las presidencias municipales.
Cuando el Güero se enteró, empezó a patalear y a exigirle a su gente que hiciera algo. Para esto, tenían dos planes: Que se fuera junto con el PT y con Nueva Alianza, que tiene registro como partido estatal. O que metieran una prórroga de unos días, como lo hicieron en el 2018, y eso les daría tiempo para negociar.
Sin embargo, ha corrido la versión muy fuerte desde Tuxtla Gutiérrez, de que recibió una llamada, también de la capital del país, en la cual recibió la instrucción precisa de que todo lo dejara así, de lo contrario, le podría traer graves consecuencias para él y para quienes fueron parte de su equipo.
A las 11:59 de la noche, el personal del Instituto de Elecciones cerró el plazo a las solicitudes de los partidos que buscan ir en coalición en candidatura común, sin ningún cambio.
En un último intento, sus allegados y seguidores, difundieron a esas horas de la noche del viernes en todo el estado de que aún esto no se definía si no hasta el 1 de febrero, pero el presidente del órgano electoral aclaró en la sesión del sábado en la mañana, de que el periodo de recepción se terminó y que para esa fecha se aprobará las alianzas.
Y el que ha querido perpetuarse, el que daría la línea y el que había dicho que Chiapas le pertenece, no pudo hacer nada. Fue la crónica de la caída de un jefe.
Ese es el problema cuando hay políticos que creen que siguen mandando y ya no tienen el poder.
Moraleja: Cuidado a quien pisas al subir… ¡Porque te los puedes encontrar al bajar!
Al margen: ¡Bien portadito!
Al líder de Chiapas Unido, Conrado Cifuentes, como que le jalaron las riendas antes de que se dieran los acuerdos de la coalición para las alcaldías.
Me cuentan que a todo decía sí a Morena. Y cuando los del PVEM y PT pedían su opinión, se quedaba calladito. ¡Bien portadito el muchachito!
Por último: ¡No es lo mismo!
Las conferencias mañaneras en la Casa Blanca no son de ahora ni es algo que vaya a copiar el Presidente Biden.
En los Estados Unidos llevan con eso como 50 años. La diferencia es que no todos los días sale el mandatario nacional, pero si sus secretarios o el vocero, lo que no sucede en México. Así que, no es lo mismo.
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