Columna Sur
Héctor Narváez
* El cambalache
Mientras se hacían elogios mutuos Trump y AMLO, era detenido en EU el ex Gobernador de Chihuahua, César Duarte.
Otro “pez gordo” de la corrupción del PRI, que tanto daño le hizo a México y que recibió el amparo en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Pero, tras el encuentro bilateral, esto huele a que se dio una especie “de cambalache”: Tú me visitas y yo te entrego este trofeo.
Bien planchado
Apenas ayer en este espacio hacía los comentarios sobre las contradicciones y los puntos ocultos en el T-MEC que nunca nos dijo algún mentado legislador, ni siquiera de la oposición, y las redes sociales se volcaron a contrastar el discurso de López Obrador, muy a favor de quien busca reelegirse en la Casa Blanca.
Lo que vimos millones de mexicanos desde Washington, fueron “choros mareadores” de los clásicos políticos que buscan mostrar la cara bonita, que son buenos amigos y que todo está muy bien.
Sin embargo, tanto en nuestro país, como allá en los Estados Unidos con nuestros paisanos, la realidad es otra.
Mientras a dos mandatarios nacionales se les miraba contentos, en las calles había por un lado un pronunciamiento de rechazo a la visita de AMLO, de que se había ido a entregar y a hacerle “la campaña” a Trump. Y por el otro, los norteamericanos decían otra vez que no le creían a su Presidente, quien ahora habla en tono amable, pero que ha cometido muchos abusos.
Sin embargo, la puesta en escena se echó a andar: Una visita cordial. Aunque en el fondo, trataron varios asuntos.
El Secretario de Estado del poderoso vecino del Norte, Mike Pompoe, lo adelantó en la víspera: Abordar la situación en Venezuela.
Aunque al final del encuentro, el Jefe de la oficina de la Presidencia de López Obrador, Alfonso Romo, dijo a periodistas que solo platicaron sobre el T-MEC, pero la verdad es que no.
Y esto, pone en desventaja a la izquierda de México. Y no solo en este país, sino también a la izquierda en Latinoamérica.
No queda la menor duda: lo de “somos amigos” en Washington, ya estaba bien planchado.
Dando y dando
Resulta que sí, AMLO es un buen negociador. Porque eso de ir un ratito a los Estados Unidos, darse un paseo por algunos lugares, entrar a la Casa Blanca, comer, platicar y dar un mensaje con Trump y regresar con la detención de un ex gobernador del PRI, nadie lo hace.
También le doy la razón: México no tenía de otra que alinearse a los Estados Unidos. Sobre todo, con los movimientos que se han dado en los últimos meses a nivel mundial.
Y bueno, ahí está la recompensa del viaje a la capital de la considerada primera potencia: la detención del ex Gobernador de Chihuahua, César Duarte.
Aunque la administración federal de López Obrador hizo poco realmente para investigar y procesar al priísta. Toda la labor fue de parte del ahora mandatario de esa entidad, el panista Javier Corral.
Tiene por lo menos 20 averiguaciones previas en su contra, en las cuales se notificó a la ahora Fiscalía General de la República, quien guardaba un extraño silencio, hasta este año, que solicitó a la Interpol la emisión de la ficha roja para ser localizado en 190 países.
Ya estaba ubicado: este personaje de “la mafia del poder” se encontraba bien escondido en los Estados Unidos, en Florida, y para no ser molestado contaba con una visa de inversionista.
Aquí, cabe la pregunta: ¿las autoridades del vecino del Norte lo ayudaron a conseguir esa estancia? Porque no hay otra forma de cómo explicar esta situación.
Desde el momento que entró César Duarte, la Casa Blanca estaba enterada. Y lo mantuvieron así, hasta que sirviera como “una moneda de cambio”.
También AMLO, como siempre ha sido en toda su carrera política, estaba informado de que César Duarte se encontraba plácidamente en Estados Unidos, y ahora que lo llamaron con urgencia, no desaprovechó la oportunidad de pedir “su cabeza”.
Fue, lo que coloquialmente decimos los mexicanos, dando y dando. El cambalache perfecto: Te apoyo para tu reelección. Y tú me ayudas con mi “combate a la corrupción”.
Pero, tan solo este es el primer efecto del encuentro Trump-AMLO. Aún habrá más reacciones.
Moraleja: De lo perdido… ¡Lo recuperado!
Comentarios: ¿Redes para golpear?
Aparte de que descubrieron que varios alcaldes de Chiapas, que están tercos en buscar la reelección, y quienes ordenaron a sus empleados y encargados de perfiles falsos de Facebook atacar al Gobierno Estatal, también se habla que Redes Sociales Progresistas, aunque aún no es partido nacional, tiene la misma encomienda.
Se dice que todo es orquestado por Ricardo Aguilar Gordillo, quien ha movido sus piezas para el golpeteo mediático y entre la población contra la administración de Morena. Si es así, deberían de cambiarles el nombre a “Redes para Golpear”. ¡De plano!
¡Ojo, con la policía de Tuxtla!
Ayer corrió la versión, no confirmada, de que fueron detenidos mandos de la Secretaría de Seguridad Pública de la capital de Chiapas, supuestamente por estar relacionados con el crimen del Coordinador Operativo de esta corporación, que se registró hace días.
Deben de poner mucha atención a este caso, porque sí resulta cierto, demuestra que existe un grave problema de corrupción al interior y que puede desencadenar una lucha de bandos. ¡Ojo, mucho ojo!
La última: ¡Así fueran otros alcaldes!
El edil José Luis Laparra de Huixtla, en la Costa de Chiapas, sobresalió en un reportaje de Televisa la noche del martes, por apoyar a sus gobernados con atención médica, tratamientos y hasta tanques de oxígeno, y que no está saliendo del presupuesto, sino de su propio bolsillo.
Si así fueran otros alcaldes, la pandemia no golpearía tan severamente a nuestros pueblos.
Cel. 9642823259
Facebook: hector.narvaez.96