COVID orilla a niños a ser trabajadores ambulantes
Por Carlos Rafael Coutiño Camacho
Debido a la fuerte crisis que atraviesa gran parte de la sociedad, varios niños han salido a la calle para vender productos y ayudar a sus padres, que perdieron su empleo o están en un receso, hasta que los comercios vuelvan a la normalidad.
Jesús es un niño de 12 años, que a pesar de la pena, se vio obligado a participar, pues con la venta de dulces y chocolates, apenas sale para el pago de los mismos en algunos días, en otros hay ganancias de 50 pesos, pero algo es algo dijo, de lo que se trata es de apoyar.
Marcos, es otro de los infantes que acuden a la Avenida Central a vender, dice que su mamá prepara las cosas y él tiene que contribuir con eso, mientras que sus padres hacen lo mismo en otras zonas, ya que hay que pagar la luz, agua y también comprar alimentos.
Los niños no saben vender, pero se las ingenian porque el hambre aprieta y la escuela pronto estará de regreso, hay que comprar útiles escolares, uniformes, ya pensar en el gasto es lo de menos, se conforman con lo que les den en su casa, coinciden todos los menores.
Por otra parte Patricia, es una niña indígena, se dice que no vende por la situación del COVID, pero sí lo ha hecho, porque sus padres son de San Juan Chamula, la venta ahora es poca, muy poca, tanto que a veces no saca ni 50 pesos, cuando antes se ganaba 350.
Por último, los menores de edad se han ido sumando no solo en la principal avenida, sino fuera de comercios, parques públicos y hasta afuera de terminales de los colectivos, a fin de que puedan tener un ingreso, insisten en que no esperaban hacerlo, pero ven como sufren sus papás.