Piedrazos
Héctor Narváez
La sombra del “sospechosismo”
Así como AMLO ve una “BOA” en su contra, los mexicanos miran cómo varios funcionarios de dudoso pasado se encuentran en su administración.
Un claro ejemplo es el IMSS, que ahora está “en el ojo del huracán” por su mala actuación ante la emergencia sanitaria y los posibles casos de corrupción.
La sombra del “sospechosismo”, vuelve a aparecer en México. Invocada desde hace tiempo por el máximo líder y que hoy “el pueblo sabio” utiliza para cuestionar a esta administración.
Los especímenes
Ya lo había escrito en esta columna hace meses: pasamos de “las víboras prietas” y “alimañas” con Fox a “la BOA” de López Obrador.
Pero, como dice el refrán: antes de ver la paja en el ojo ajeno, hay que ver la viga en el propio.
Los chiapanecos, conocemos a Humberto Pedrero Moreno, el que “se coló” como Diputado Federal haciéndose pasar por “indígena”, y quien renunció a esa curul al ser nombrado Director de Finanzas del IMSS.
Pero, hay otro que viene de lo que ahora ya no es “la mafia del poder”, sino “la BOA”: Héctor Robles Peiro, titular de la Unidad de Evaluación de Delegaciones.
Al igual que Zoé Robledo, se enfermó recientemente de COVID-19, y con eso, estaría librando una comparecencia para explicar la asignación de los contratos a las empresas de la familia del Director General, sobre todo en el estado de Puebla.
Peiro, trae un pasado oscuro como priísta, que contradice en mucho a los ideales de la izquierda, de Morena y hasta de lo que tanto pregona AMLO.
Como alcalde de Zapopan, en Jalisco, no dio resultados en materia de seguridad, cometió abusos de poder, lo acusaron de haber utilizado la fuerza pública para golpear a jóvenes y de realizar obras de mala calidad en ese municipio.
Por si fuera poco, es muy cercano a Arturo Zamora Jiménez, actual Secretario General de la dirigencia nacional del PRI.
Estos son los especímenes raros que brincaron a Morena en las elecciones del 2018. No como los que ven desde Palacio Nacional.
Los verdaderos enemigos
Aparte de que se encuentran en “la 4T” personajes que ya han vivido de la política anteriormente, desplazando a los militantes que hicieron “la talacha” para ganar la Presidencia, los solapan ante los señalamientos de malos manejos.
Manuel Bartlett es el ejemplo más claro, a quien no solo le sacaron lo de sus propiedades por varios cientos de millones de pesos, sino también el que su hijo resultara beneficiado con la compra de respiradores artificiales en el IMSS.
Convenientemente, la Secretaria de la Función Pública, Eréndira Sandoval, se contagió con el virus. Y es la hora de que no arrancan las investigaciones sobre la compra a sobre precio de estos aparatos que servirían para los pacientes graves.
Zoé Robledo, no se quedó atrás y desde su posición en esta administración le ha dado “una ayudadita” a las empresas de su familia con el presupuesto en el IMSS. También, convenientemente se reportó enfermo, al igual que el Secretario General, Javier Guerrero García, Humberto Pedrero y Héctor Robles.
Es decir, los funcionarios de primera línea y que deberían de alguna manera ser llamados para explicar sobre la asignación directa de los contratos.
Pero, no es la primera vez que pasa esto en Morena. Ya sucedió en Chiapas, en la elección para la Diputación Federal de Bochil, en donde Pedrero Moreno desplazó a militantes para obtener ese espacio.
Además, que fue el Secretario de Hacienda del anterior Gobernador y ahora Senador plurinominal del Verde, “el Güero” Velasco, y quien dejó varias deudas a la actual administración estatal, emanada de Morena, como el pago a proveedores de medicinas, a contratistas de obras, a medios de comunicación y hasta en el salario de los maestros.
¿Cómo podemos confiar en estos personajes, si en el pasado hicieron y deshicieron con los cargos que tuvieron?
Estos son los verdaderos enemigos de este sexenio. Los que, con sus acciones del pasado y del presente, afectan a esta lucha contra la corrupción, que cada vez se ve solo como un espejismo.
Hay ese “sospechosismo”. La duda la tiene “el pueblo sabio”, que ya empieza a analizar y a comparar la realidad de todos los días, que quieren seguir escondiendo desde Palacio Nacional.
Moraleja: Genio y figura… ¡Hasta la sepultura!
Piedritas: ¡No le funcionó!
El revés que hizo ayer el Presidente desde su mañanera, demuestra que la intentona no le resultó como esperaba.
Ahora, muchos hablan de que buscaba distraer la atención, ante los señalamientos de corrupción en el IMSS. Ni modo… ¡No le funcionó!
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