Piedrazos
Héctor Narváez
Un secreto bajo llave
En el IMSS de Tapachula, desde hace días, algo guardan tan celosamente, pero que ya empezó a ser muy comentado por el personal médico.
Y es un asunto que desde el Director de este hospital, Fernando Domínguez Salgado, hasta el Director General, Zoé Robledo Aburto, deben de darlo a conocer públicamente, cuando están haciendo todo lo contrario.
Es un secreto bajo llave. Secreto que querían mantener entre unos cuantos y que ahora se verían obligados a revelar a la población.
¿Manejo a discreción?
Por si no fuera suficiente con lo que han hecho de no dotar del material necesario a los trabajadores de la salud y de llevar y traer los respiradores artificiales a la Ciudad de México, ahora en el IMSS de Tapachula estarían ocultando lo que podría ser una alternativa para tratar a los enfermos de coronavirus.
Domínguez, ha sido visto últimamente en los refrigeradores guardando bolsas de plasma, que las pone bajo llave y que se supone solo él las anda.
Esto no sería nada raro, si ese plasma fuera el común de otros pacientes, pero se trata de los que se han recuperado por COVID-19 en esta institución en Tapachula.
Insisto, no es nada del otro mundo. Sobre todo, cuando el IMSS, es el primer centro público de salud del país certificado para tratar con plasma convaleciente de aquellos que se recuperaron del coronavirus.
El Doctor Emmanuel Avendaño Castañeda, quien labora en el hospital de esta institución en La Paz, Baja California, da su testimonio de cómo se recuperó exitosamente de esta enfermedad y fue uno de los primeros en donar plasma convaleciente.
Así, el Seguro Social cuenta con esta alternativa de tratamiento para los pacientes que están en condición grave, y con ello disminuir la mortalidad, que ha aumentado en diferentes regiones de México, como en Tapachula.
Es decir, es algo público. Lo contrario que hacen en “la Perla del Soconusco”, en donde todo parece indicar que esconden un método que hasta se puede considerar como “milagroso”.
¿Por qué estarán actuando así en el IMSS de Tapachula? ¿Todo lo hacen de manera discrecional?
Por lo menos esas son las preguntas que rondan por su mente del personal médico y hasta de los familiares de los pacientes que están muy delicados.
El cuestionamiento
Lo que hoy doy a conocer en esta columna, no es un invento. Es muy real, tan real que existen estudios que lo avalan.
Esta técnica, ya se ha aplicado en epidemias del pasado como la influenza en el 2009 y también dio buenos resultados.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (conocida por sus siglas, la FDA), ha dicho que el plasma convaleciente es un tratamiento “muy prometedor” y por lo cual autorizó su uso, pero en casos graves.
También en China, de donde surgió el brote, hay pronunciamientos de especialistas que este proceso da buenos resultados en los pacientes sumamente delicados.
Y de esto, lo sabe el IMSS. De hecho, lo tiene contemplado en su protocolo que se llama “eficacia y seguridad de plasma de donadores convalecientes por COVID-19 en pacientes con síndrome de infección respiratoria aguda grave por el virus SARS-COV-2”, que fue registrado el 5 de abril y autorizado días después por los comités de Ética en Investigación, de Investigación y de Bioseguridad.
Para el 22 de abril, la COFEPRIS le autorizó al Seguro Social el uso clínico del plasma de pacientes convalecientes, porque se descubrió que contiene una carga importante de anticuerpos.
En términos generales, todo ha sido estudiado, analizado y aprobado. Pero, en Tapachula, pareciera que fuera otro país y no aplican este recurso, para ayudar a los contagiados que se les han presentado en su hospital.
¿Por qué será? ¿Es una orden del Delegado del IMSS en Chiapas? ¿O es la nueva del Director General, el “mitad chiapaneco” y “mitad michoacano”, Zoé Robledo?
¿Para qué tener bajo llave este secreto, que no lo es, sino un importante descubrimiento para la salud de miles que hoy están sufriendo por la pandemia? ¿O para quién la están apartando?
Ese es el cuestionamiento, que bien debe de aclarar el IMSS en Tapachula. Y, sobre todo, para cuando van a iniciar con este proceso en esta Frontera Sur, en donde los casos de coronavirus han aumentado alarmantemente en las últimas fechas.
Moraleja: No hay que hacer cosas buenas que parezcan malas… ¡Ni malas que parezcan buenas!
Piedritas: ¿Una chiapanecada haciendo camotes?
Para allá se fue un grupo político de este Estado, para incrustarse en la administración de Miguel Barbosa. Un grupo que ya no querían los chiapanecos y que ahora, tampoco los quieren los poblanos.
Y que bárbaros: hasta la ex diputada local por Huixtla, Judith Torres Vera, quien decía tener mucho amor al PRI y que aseguraba no traicionar a la CNOP, se “coló” en esa administración estatal de Morena. Ahora, se están dedicando a hacer puros “camotes”… ¡Y que después los tienen que tragar, junto con su orgullo! Aún hay mucho que comentar al respeto.
Por último: ¡A celebrar!
Nos vamos al descanso de fin de semana, en el cual viene incluido el “Día del Periodista”.
En condiciones muy diferentes al año pasado, sin aceptar invitaciones ni reuniones, tomando las medidas correspondientes por esta contingencia, y estando con la familia, celebraremos esta fecha. Y, como ya estamos acostumbrados: haciendo periodismo.
¡Nos leemos el lunes!
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