Piedrazos
Héctor Narváez
¡La mala administración del mundo!
En el análisis que hacemos en medio de esta crisis por la pandemia, hoy podemos ver que nuestros recursos naturales han recuperado su majestuosidad.
Pero, también ha dejado en evidencia a la mayoría de los Gobiernos de los países, quienes no han tenido la capacidad para enfrentar un problema de salud tan grande, como también los económicos.
Esto, nos habla de que el mundo que tenemos es bueno, pero que ha sido muy mal administrado por unos cuantos que tienen el poder.
El abandono
En Nueva York, donde se juega en la bolsa de valores los grandes negocios del planeta, los inversionistas decían que no había por qué temerle al virus.
Ahora, hay familias enteras que se han enfermado y miles han muerto por la pandemia. Hoy, apenas están buscando regresar a la normalidad, aunque ya no será lo mismo como antes.
China, como consecuencia, también se ha visto golpeada en su economía. Nada más, que sus habitantes saben enfrentar las crisis, como han vivido en otros episodios en el pasado como la segunda guerra mundial y en la cual perdió a millones de sus habitantes.
Desde entonces, los chinos saben que, si tienen que comer una vez al día para pasar una etapa difícil, lo hacen. Porque tienen un nacionalismo que se ha vuelto su ideal de generación en generación.
Por eso, es que en este país a los malos gobernantes se les condena hasta con la pena de muerte.
Pero, tanto Estados Unidos como China, a pesar de tener otro nivel de vida, han olvidado cuidar la casa más importante para los humanos: el planeta.
Aparte que en el mercado de Wuhan, donde surgió el brote de coronavirus, no respetan la vida de los animales, incluso hasta los que están en peligro de extinción, hay otros lugares que hacen lo mismo.
A pesar de tener todos los avances tecnológicos y científicos, los chinos también cuentan con una mala calidad de aire, por la contaminación que ocasionan los automóviles y lo cual disminuyó con “la cuarentena” que aplicaron.
También en Estados Unidos ha habido en los últimos meses mucha presencia de dióxido de carbono, producto de las empresas que se encuentran en ese país, considerado “la primera potencia del mundo”.
Y es la misma situación en Italia, en España, en México y en el resto.
Los grandes líderes se preocuparon tanto por los negocios, que abandonaron la atención a este planeta.
La peor enfermedad
¿Se acuerdan cuando Estados Unidos aceptó el uso del carbón? ¿Cómo era posible que un país de primer mundo retrocediera de esa manera?
En el fondo, no solo se trataba del uso tradicional del carbón que conocemos, sino su extracción de las minas y su comercialización. Fue una decisión que tomó Donald Trump y con ello se retiró del acuerdo de Paris, que trata sobre un pacto entre los gobiernos para reducir la emisión de gases contaminantes antes del 2025.
No fue necesario que EU llegara a ese plazo. Porque parece que ahora le está cobrando la factura y muy alta la pandemia, al convertirse en el epicentro.
Así como el Acuerdo de Paris, está el Convenio de Basilea, el Convenio de Estocolmo, el de Rotterdam, Minamata, de Viena sobre Ozono, el Convenio sobre la Diversidad Biológica, el Convenio Protocolo de Kioto y muchos más que han signado los mandatarios del mundo.
Pero, lo más triste y lamentable, es que no se han respetado, menos cumplido.
China, no siguió con el Protocolo de Tokio de 1997 y empezó a dañar la capa de ozono. Hoy, se encuentra en disputa con Estados Unidos por esta diferencia y la han manifestado en el plano económico y ahora hasta han cambiado acusaciones por la pandemia.
Y mientras “los mandamases” se pelean por la supremacía humana, vemos como nuestros mares y ríos recuperaron su belleza, observamos en las calles de las principales ciudades que salen a andar los animales y que el aire es cada vez más puro.
Si existiera un verdadero cuidado al medio ambiente, tendríamos una mejor calidad de vida, con suficiente alimento para las familias y estaríamos en armonía con nuestro planeta.
Se ha dicho recientemente que el peor virus es el ser humano. Si, pero el ser humano que está en el poder. Esa es la peor enfermedad que está acabando con la tierra.
El ambicioso que no le ha importado cuidar la principal casa, con tal de tener poder y dinero.
Nada más que los actuales “líderes” están quedando muy evidenciados de que son malos administradores de este mundo.
Moraleja: Reyes o gobernantes no son los que llevan cetro… ¡Sino los que saben mandar!
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