Epistolario
Por Armando Rojas Arévalo
Con dedicatoria
MARICARMEN, ¿cómo justificar el saludo del presidente a la señora MARÍA CONSUELO LOERA, mamá de “El Chapo”, el domingo en Badiraguato? ¿Cómo justificar que como caballero no podía dejar con la mano extendida a una señora de 92 años, sea mamá de quién sea, como él mismo dice? ¿Cómo decirle “tiene usted razón”, cuando arguye que otros gobiernos pactaron con El Chapo y nadie dijo nada, y ahora quieren lincharlo por haber saludado a la mamá del narcotraficante? Sin embargo, hay formas de hacer las cosas de otra manera. Definitivamente, buena o mala acción, fue una torpeza. Aunque, después de hacer público el hecho uno se pregunta si el presidente quiso mandar un mensaje a sus adversarios.
Fue una torpeza desde el punto sanitario darle la mano a una persona, cuando la recomendación en estos tiempos de pandemia, es no saludar a nadie ni de mano, de besos ni de abrazos. Desde el punto de vista político, provoca muchas suspicacias y muchas preguntas.
POR LO DEMÁS, ante la estrepitosa caída de la popularidad de AMLO, por él y por la eficaz labor de zapa de sus opositores y adversarios, URGE una política de comunicación social. En esta emergencia de salud, todos hablan. Todos tienen una receta. Todos dicen “si yo estuviera en el poder, haría las cosas de distinta manera”. Todos critican. Todos protestan. No hay entre sus colaboradores quien defienda al presidente. O al menos salga a la palestra a usar el micrófono como lo hacen sus adversarios a todas horas y en casi todos los canales de radio y televisión.
Al presidente le están ganando sus opositores. Los “conservadores” como él los califica, ya se posesionaron de las benditas redes sociales y de los medios.
¿Quién puede interpretar al Presidente y decirle al público esto es lo que él afirma, o quién puede decirle la conveniencia o no conveniencia que hable según el momento?
Por ejemplo, el presidente desbarra cuando dice que los conservadores quisieran que no haga giras porque quieren vacío de poder. No se trata de que se recluya a dormir en Palacio o en su casa, porque “rey que duerme no gobierna”, sino que puede dirigir los destinos del país desde su oficina. Como dice la propaganda oficial para controlar la pandemia, “si no es indispensable, no salga”.
AL PRESIDENTE y a su encargado de comunicación social, le están ganando las fake news. Un estudio realizado por la consultora Comunicación Política Aplicada sobre la propagación de noticias falsas en las redes sociales en México, dentro de la coyuntura por el COVID-19, arrojó que algunos actores políticos han perdido credibilidad por propagar noticias falsas, desinformación o porque simplemente la confianza en ellos se ha afectado. Otros, en cambio, la han ganado a partir de este tema.
En este ejercicio, el Subsecretario de Salud –LÓPEZ GATELL- fue el actor político en el que los encuestados dijeron tener mayor credibilidad, al concentrar el 38.96 por ciento del total de la muestra, cifra que rebasó a la que el Presidente LÓPEZ OBRADOR obtuvo en el mismo reactivo del 9.61 por ciento.
Los mexicanos también dijeron confiar en la Organización Mundial de la Salud (OMS) que en este ejercicio obtuvo 37.40 por ciento de respuestas favorables en cuanto a credibilidad.
La desinformación y la propagación de noticias falsas ha sido una constante en las redes sociales desde hace unos días en que la epidemia por el COVID-19 arribó a México. Periodistas, medios de comunicación, políticos y otros altos perfiles de la sociedad han sido parte de esta dinámica. Entre las noticias falsas más condenadas en redes sociales, trascendió la supuesta muerte de José Kuri Harfush, director del Grupo Financiero Inbursa, que fue filtrada el pasado 16 de marzo por periodistas conocidos en las redes sociales y que minutos después desmentida por los familiares del empresario.
GERARDO RUIZ ESPARZA, ex secretario de Comunicaciones y Transportes, con infarto cerebral. Le vino la crisis cuando se enteró de que lo iban a meter a la cárcel.
EN TANTO, MAL HACE LÓPEZ OBRADOR en estos momentos –y los que vienen- de crisis económica, advertir que la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, la construcción del Tren Maya y la refinería de Dos Bocas van a continuar pese a quien le pese. ¿De qué quieren su nieve? Pregunta con sarcasmo. La gente requiere certidumbre.
MIENTRAS, ¿CÓMO JUSTIFICAR la actitud negativa de las 30 señoritas que tienen tomadas las instalaciones de la Facultad de Ciencias Políticas y sociales de la UNAM desde mediados de enero pasado y como consecuencia el semestre puede perderse?
Las chicas, pertenecientes a un colectivo que tomó las instalaciones de la Facultad en “solidaridad” con el colectivo femenino de la Facultad de Filosofía y Letras, siguen enarbolando las banderas de “fuera machos, fuera agresores sexuales, fuera violadores”, etc., cuando los tiempos marcan emergencias sanitarias como el coronavirus.
Dicen que quieren diálogo, pero ellas y las personas que las apoyan desde afuera se cierran a esa opción. Es más, se oponen a una determinación del consejo técnico de la Facultad de impartir clases a distancia para no perder el semestre, y como respuesta han “hackeado” la página de la Facultad que era el único medio con que contaban profesores y alumnos para estar en comunicación.
Esta actitud es incongruente y contradice a las políticas de puertas abiertas de la UNAM y la facultad a la pluralidad de pensamiento. No es con amenazas ni acciones intimidatorias como estas señoritas van a impedir el paso de la UNAM. Sobre el interés de su grupo, de 30 señoritas, está el de cinco mil estudiantes y profesores que ya piden reanudación de clases.
¿Qué esperan la directora de la Facultad y el rector de la UNAM, para tomar medidas que ya se hacen indispensables, para salvar el semestre?