Epistolario
Por Armando Rojas Arévalo
No mortifiques al afligido
ROBERTO: El jueves se peleó con la prensa ofendiéndola de fea manera, el viernes se confrontó con una parte de la cúpula del Ejército, llamando imprudente al general CARLOS GAYTÁN OCHOA, por lo que dijo en su discurso en el desayuno con jefes militares; el sábado sacó lo del golpe de estado; el domingo afirmó que no pasa nada, y hoy lunes señala a LUIS CALDERÓN ZAVALA, hijo de CALDERÓN y MARGARITA, a AURELIO NUÑO y a JUAN CARLOS ROMERO HICKS por realizar una campaña de tuits y bots en contra de la 4 T.
¡¡Vive Dios!! Qué le pasa al Presidente que no puede estar un día sereno y sin contestar y buscar camorra. Omite, el tan cristiano que dice ser, la recomendación en la Biblia: “No hay que mortificar en la casa del afligido”. No puede ni debe hacer más grande la incertidumbre del pueblo frente a la agobiante situación que se vive.
No salgo del asombro y la estupefacción. Por qué el presidente, con base en qué o en razón de qué habla de golpe de estado. ¿Quién más que el Ejército podría dar ese golpe, con el uso de la fuerza? El decir de LÓPEZ OBRADOR de que “la mayoría que me respalda no permitirá un golpe de estado”, lleva una advertencia a quienes pretendidamente participarían en un complot para quitarlo del poder.
Las lecturas son varias. UNA ES que podría tener información privilegiada sobre un –posible- complot, y está advirtiendo a sus adversarios y enemigos que, cuidado, porque esa mayoría lo protegería. Aterroriza pensar en el precio político y social, amén de vidas humanas si el tigre quedara suelto. La afirmación de AMLO divide al país. Lo polariza.
En el remoto caso de un violento golpe de estado, estaríamos pensando en un escenario de sangrientos resultados. Sería una auténtica masacre. Mandar a sus simpatizantes a protegerlo sería como “soltar al tigre”, de acuerdo con aquella amenaza que hizo en marzo de 2018, durante la convención bancaria en Acapulco.
AMLO se ha confrontado con algunos miembros de la élite del Ejército, como el general CARLOS GAYTÁN OCHOA, quien dijo en un desayuno de generales que los soldados están ofendidos y molestos y que es preocupante la polarización del país. El presidente, en un hecho inédito, de contestarle personalmente a un miembro de las fuerzas armadas, no sólo calificó de “imprudente” al mílite, sino que señaló es natural que el general GAYTÁN diga lo que dijo, pues fue subsecretario de la defensa nacional en el gobierno de FELIPE CALDERÓN.
Desde hace meses, y aquí lo he dicho y analizado, se viene hablando de un golpe de estado, “suave”, y no precisamente por el Ejército. Sin violencia y sin derramamiento de sangre. Empero, las cosas han cambiado. La sociedad y sus factores están muy polarizados. El Presidente tiene la costumbre de confrontarse, a veces sin necesidad.
Su animadversión hacia la prensa, medios y periodistas, es manifiesta. A sus críticos los ha llamado “fifís”, que pertenecen a la Santa Inquisición y hasta los ha acusado de que son parte del “hampa del periodismo”. Hace unos días dijo algo que ofendió al gremio, al criticar a algunos medios que se han ensañado en sus críticas por el fallido operativo de Culiacán, recordando una expresión de GUSTAVO A. MADERO en franca alusión a ellos: “Le muerden la mano a quien les quitó el bozal”. Esto lo dijo para terminar una acalorada sesión mañanera donde los reporteros le preguntaron con insistencia sobre el operativo fallido de Culiacán. Luego ofreció una disculpa y fue peor. No fue mi intención faltarle el respeto a la prensa. Respeto también a los animales, en especial a los perros, dijo palabras más palabras menos.
Se reconoce que muchos periodistas se pasan de la raya, y hay que llamarlos a la prudencia, porque el periodista ni es fiscal ni es juez. Igual, debería opinar de los patiños que le hacen preguntas a modo, auténticas “mamadas”, como el llamado “Lord Molécula” y a quienes sientan en la primera fila.
JESÚS RAMIREZ, el coordinador de Comunicación Social de la Presidencia, es como el Presidente, intolerante. A los periodistas críticos o a los que preguntan cosas que no le gustan a AMLO, les bloquea la entrada a las mañaneras. Más tarda el reportero en hacer una pregunta incómoda, que él al hablar al medio pidiendo que le llamen la atención al reportero o lo quiten. El ser jefe de prensa de la presidencia no da facultades para perseguir, censurar, bloquear y quitar de la lista a los incómodos, sino que lo obliga a ser conciliador. Un jefe de prensa debe operar. Los medios son importantes y no se puede gobernar sin ellos. La prensa no es el cuarto poder. Sólo es el “puente” entre los protagonistas de la historia y el público. Por eso digo que ya no se puede gobernar sin los medios.
El 26 de marzo explicó que el “Fifí” que se usa para la prensa que él llama “conservadora”, se utilizó para caracterizar a quienes se opusieron al presidente Francisco I. Madero tras la Revolución Mexicana. “Sí, los fifís fueron los que quemaron la casa de los Madero, los fifís fueron los que hicieron una celebración en las calles cuando asesinaron atrozmente a Gustavo Madero, cuando los militares lo sacrificaron, que es una de las cosas más horrendas y vergonzosas que ha pasado en la historia de nuestro país, salieron los fifís a las calles a celebrarlo y había toda una prensa que apoyaba esas posturas”, dijo el Presidente.
El 30 de marzo de este año, la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, dijo en su reunión de medio año en Cartagena, Colombia, que desde el inicio de la administración de LÓPEZ OBRADOR la relación con los medios de comunicación se ha deteriorado considerablemente.
HOY, CALDERÓN le respondió agresivo por citar a su hijo como autor de los bots: “Con los hijos, no; que se meta conmigo”. MARGARITA lo llamó “cobarde”. ¿Qué necesidad?
MIENTRAS TANTO, la imagen que yo tenía de doña OLGA se me vino abajo. La secretaria de Gobernación dijo en Mexicali que es legal lo de los cinco años del gobierno de BONILLA. Y ya en México dijo que no vio que la estaban grabando, y que la Suprema Corte será la que decida sobre cuánto debe durar el gobierno de BONILLA.
POR OTRO LADO, Indígenas de Aldama, Chiapas, huyen a las montañas por temor a morir en manos de grupos armados. Rutilio Escandón ni por enterado se da.