Política Al Margen
Por Jaime Arizmendi
*Ricardo Monreal, Imperio que ¿Crece con Morena?
*La Primerita, de las que Vienen…
Argonmexico / No hay enemigo pequeño… El extraño y sorprendente ‘imperio’ de Ricardo Monreal Ávila en Zacatecas (gobernador de 1998 a 2004). El 15 de junio de 2015, varios periódicos en el país denunciaron que era exorbitante el poder económico de la familia Monreal Ávila en Zacatecas, cuando ganó la elección como jefe delegacional en Cuauhtémoc, de 2015 a 2017.
El ahora presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), del Senado de la República, y hasta coordinador de la bancada de Morena, se placea en restaurantes de lujo –a pesar de la Austeridad Republicana que ensalza y privilegia Andrés Manuel López Obrador como presidente de la República–, siempre con la sonrisa a flor de piel, y con su singular expresión: Estoy disfrutando…
De acuerdo con el “Diario de circulación nacional”, los Monreal tenían en 2015 el control de mil 400 hectáreas de tierra de labor, cuatro ranchos agrícolas, plantas agroindustriales, gasolineras y fincas residenciales.
Su fortaleza –dijeron en su momento–, se centraba en los municipios de Fresnillo, Valparaíso y Guadalupe, donde se hallaron 46 certificados en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio del gobierno zacatecano, que acreditaron la posesión de igual número de inmuebles pertenecientes a diversos miembros de la familia.
En conjunto –según se documentó también en El Heraldo de San Luis Potosí–, Ricardo Monreal, su esposa y sus dos hijas ya eran dueños de 19 propiedades en esos municipios, “entre las que hay al menos siete fincas residenciales”.
También, difundió en esa fecha El Universal y muchos otros medios, que se hallaron 27 certificados que identificaron más de 15 predios distintos que son propiedad de los 13 hermanos de Ricardo. Destacan los inmuebles agrícolas, rústicos, urbanos y fincas, que se distribuyen en más de 30 lugares distintos.
Así, en la comunidad de Puebla del Palmar se hallaron doce propiedades: en Plateros, cinco; El Refugio, dos; 20 de Noviembre, una; Rancho Grande, otra; Noria de Linares, una más; Fresnillo, otra; y Zacatecas también una. Además, en los municipios de Fresnillo, cuatro; Guadalupe, once; y la capital del estado, cuatro más.
La investigación que firmaron Irma Mejía y Esteban David Rodríguez en el diario de circulación nacional, indica que la superficie del rancho Puebla de Palmar, ubicado en el municipio de Fresnillo, se constató con los registros oficiales una suma de 126 hectáreas, de las cuales 17 están a nombre del morenista Ricardo Monreal, 52 al de su hija Edna Catalina; y 24, al de su hermano David Monreal.
En tanto que sus otros hermanos tienen: Eulogio, 16 hectáreas; Rodolfo, 12 y Cándido, cinco.
Consultado al respecto, el senador en esa fecha David Monreal dijo que su padre, Felipe Monreal Huerta, distribuyó en vida a sus hijos, solamente en esa colonia agrícola, alrededor de 140 hectáreas de riego y agostadero como herencia.
Entrevistados en ese tiempo, por separado, Ricardo y David adujeron que, además de dos gasolineras, tenían al menos cinco ranchos agropecuarios de los hermanos Monreal Ávila.
David Monreal repuso que su padre, Felipe Monreal Huerta, instaló alrededor de 1998 una primera estación de expendio de combustible en la zona de Plateros, Fresnillo. Más tarde comenzó su expansión con otra gasolinera.
Diversos periódicos como El Universal, destacaron que, durante su gubernatura, Ricardo Monreal usaba la finca paterna como casa de retiro. “¿Era su Camp David?” –se le pregunta–, a lo que responde: “Me iba para allá, a montar (…) Ese rancho pertenece a los Monreal desde hace 100 años”.
Sin embargo, otros zacatecanos rememoran que el padre era un tipo humilde, quien tenía que vender aguas frescas, para sostener a su familia.
David Monreal explicó que más que pobres, eran humildes, “pero contábamos con la superficie de tierra. No era muy grande, serían de mi abuelo 180-200 hectáreas, que repartió a sus hermanos, a sus hijos.
“A mi padre le tocarían, de mi abuelo, 10 hectáreas de herencia, laborables, y le tocaron unas 50 de agostadero. Y ya mi padre, con su trabajo, logró comprar alrededor de otras 80 hectáreas laborables, que las hizo de riego. Él ayudó a que se hiciera toda la zona de riego”.
Subrayó: “Somos una familia de la medianía. Si me dices, quizá en comparación de la media de ahorita, cómo está, que está cruel, pues estaríamos en la medianía, o menos de eso. Es que la riqueza ya está desproporcionada”. Pero, con todo, la vida apenas empieza; estos reportajes, también…
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